#CausaDeNuestraAlegría

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traslado.jpgEl número siete es el más simbólico de la Biblia, representa perfección, totalidad, cabalidad, integridad, etc. En más de 600 pasajes bíblicos podemos encontrar este número. 

Si miramos la historia del pueblo de Almonte tampoco podemos separarla de este número que tanto habla de piedad popular, misericordia en el camino y altar a la Madre de Dios. El Santuario de las Marismas es esa "esponja" que absorbe todas las enfermedades de la humanidad, donde el encuentro con Cristo a través de su Bendita Madre se produce a cada instante cuando la invocamos, sin límite alguno.

Llegó un nuevo 19 de Agosto, siete años esperando desde aquel otro que cayera en viernes de 2005. Los cristianos recibimos ataques y hablamos de crisis de Fé pero este fin de semana hemos puesto algunas tiritas a este problema con más de un millón de visitas a la aldea y a Almonte con el #Traslado12 de la Stma. Virgen del Rocío ataviada con el terno de viaje de la época de los Austrias.

Con gran gozo pudimos contemplar el Balcón del Papa Beato Juan Pablo II, presidido por la bandera pontificia y banderas vaticanas por la declaración y comienzo del Año Jubilar declarado por Su Santidad Benedicto XVI. Echamos la vista a atrás, hasta Junio 1993 donde veíamos al Sumo Pontífice contemplar en la marisma el rostro de la Virgen del Rocío e invitar a "Que todo el mundo sea rociero".

En plena canícula del mes de Agosto y a la hora de más calor del día, los almonteños saltaban la reja del presbiterio para coger la parihuela de la Virgen. En la explanada del santuario no se paraba de aplaudir, evocando la salida de la noche del Lunes de Pentecostés. Los miles de corazones allí congregados no podíamos dejar de mirar hacia la concha de la portada, necesitábamos ver salir por el pórtico a la Reina de los Cielos, aclamada desde todos los puntos de la aldea por rocieros y peregrinos venidos de toda la geografía española y extranjera. Un lugar de encuentro donde todos sentimos ese bálsamo que Ella nos iba dejando al acercarse de un lugar a otro entre las columnas engalanadas de romero instaladas ante el santuario.

Mirando su rostro olvidamos nuestros problemas del mañana, percibimos el mensaje del Divino Pastor que carga sobre el hombro su Principado. Ella nos está ofreciendo a su Hijo y su Palabra de vida eterna cuando pasa por nuestro lado, por la plaza de Doñana, camino de los Llanos entre salvas y plegarias de guitarra. A veces no queremos ver más allá y nos quedamos en la superficie sin profundizar en el misterio de salvación preparado para nosotros desde el principio de los tiempos. Aún no es tarde para escuchar las palabras que la Virgen del Rocío dijo a los invitados de las Bodas de Caná: "Haced lo que Él os diga".

Almonteños y almonteñas precedían el paso de la Virgen con los ornamentos de altar y enseres gloriosos de la Virgen, preparando el camino hacia a Almonte y a estos nueve meses que permanecerá en su pueblo. No faltó la ofrenda de los padres a la Reina de las Marismas con los niños para pasarlos por su manto de damasco rojo, se cumplía y se renovaba la promesa del Pueblo de Dios en la piedad y la tradición para permanecer en la Gracia que Ella regala por amor a sus hijos.

Con la llegada al Chaparral Almonte era tomado por los peregrinos del camino y visitantes para presenciar la llegada y ver a la Virgen despejada del capote de camino y del paño. Como está escrito en la tradición, con las primeras claras del día las camaristas procedieron a ello. Era notorio el cansancio y desgaste del camino en el rostro de las personas que acompañaron pero sin vacilación alguna continuaron acompañando a la Virgen. Ya en su pueblo la esperaban como se recibe a una Madre, engalanado, con plegarias, petaladas, vivas y las salvas; discurrían las andas que portaban a la Virgen hasta llegar a la plaza de la Iglesia, entrando unos minutos antes de la hora del Ángelus donde no faltaron salutaciones.

Tenemos una gran oportunidad en estos meses de estancia en la parroquia de la Asunción de Almonte para acercarnos y renovar nuestro filial amor a la Bienaventurada y Siempre Virgen María. Ella, Intercesora y Mediadora Universal, sabrá derramar su Rocío sobre nosotros para hacernos más fácil nuestros días hasta que lleguemos a la marisma eterna que nos tiene reservada en el cielo.

@EstebanRdM

 


 

 

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